Pensado para complementar y potenciar en casa el trabajo de reeducación abdomino pélvica realizado en consulta junto a tu especialista en suelo pélvico, el tronco trabaja mediante la propiocepción la musculatura profunda tanto del abdomen, como del suelo pélvico.
Si te aburren los ejercicios de Kegel o tienes contraindicados los abdominales hipopresivos, el trabajo sobre el tronco del Método 5P es el ejercicio más completo y profundo que puedes realizar para tu abdomen y tu suelo pélvico.
El trabajo descalzo sobre la superficie inestable del tronco de propiocepción del método 5P estimula la cadena de músculos posturales que impedirán que nos caigamos del tronco, activa y tonifica las fibras tónicas perineales y del abdomen profundo y se equilibran las tensiones musculares de todo el cuerpo, principalmente del diafragma y la esfera abdomino pélvica.
La autoelongación vertebral reprograma la sinergia abdomino perineal refleja, liberando el diafragma torácico y activando la cúpula del diafragma perineal.
Mantenerse sin perder el equilibrio sobre el tronco del Método 5P, respirando y con la postura correcta, provoca una cadena de acciones musculares que generan efectos globales:
– Activa la musculatura abdominal, lumbar y perineal profunda
-Tonifica el abdomen y el suelo pélvico
-Reprograma la postura
-Incrementa la percepción del propio cuerpo
-Desbloquea el diafragma
-Reequilibra las tensiones musculares. De ahí su calificación como tronco de eutonía
-Mejora las sensaciones en las relaciones sexuales
El tronco de propiocepción del Método 5P es un trabajo que consiste en mantener el equilibrio sobre una superficie inestable.
Todos los niveles se realizan estando de pie sobre el tronco de propiocepción con los pies descalzos separados a la anchura de las caderas, las rodillas en ligera flexión, la columna elongada (como si un hilo tirase de nuestra coronilla hacia arriba) y la pelvis neutra.
-Tanto mujeres como hombres
-Prevención de problemas de suelo pélvico
-Tratamiento de todas las disfunciones del suelo pélvico
-Prolapso de órganos pélvicos
-Malas posturas
-Dolores de espalda, hernias discales
-Incontinencia urinaria y/o anal
-Hipotonía o debilidad del suelo pélvico
-Disminución de sensaciones en las relaciones sexuales
-Hipertonía perineal, vaginismo
-Síndrome miofascial pélvico
-Prostatectomía
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